
Durante este proceso, colaboré estrechamente con ilustradores para desarrollar las portadas de nivel preescolar, alineando los diseños con los objetivos pedagógicos del proyecto. También trabajé de forma transversal con equipos de contenidos, académicos y desarrolladores de realidad aumentada, asegurando la coherencia visual y didáctica del material.






Una de las tareas que más disfruté en este rol fue la creación de manuales de procesos y documentos explicativos para distintas áreas de la compañía. Me tocó traducir ideas complejas en guías claras, detallando cómo llevábamos a cabo, en ese momento, todo el proceso de producción impresa. Fue un ejercicio valioso para aterrizar la conceptualización editorial y dejar una base sólida que pudiera ser replicable y comprensible para todos los equipos.