
Proyecto desarrollado en 2017 en colaboración con el ilustrador Guillermo Méndez, para una empresa productora de hielos en Morelia, Michoacán. La propuesta consistía en crear un personaje carismático que conectara emocionalmente con el público infantil, mucho antes de que existieran restricciones normativas sobre el uso de personajes en productos alimenticios. Durante la etapa de conceptualización, realizamos pruebas exploratorias con niños, en las que se evaluaron tanto las primeras ilustraciones como la experiencia sensorial del producto (sabor, color y presentación). Estas interacciones permitieron validar reacciones, ajustar el lenguaje visual y fortalecer la conexión emocional del concepto. Aunque el proyecto no llegó a implementarse comercialmente, fue una valiosa experiencia de diseño interdisciplinario y experimentación narrativa, donde se integraron aspectos visuales, sensoriales y afectivos para construir una propuesta centrada en el usuario.






